Marketing para no-marketers: contar lo que hacés sin complicarte

¿Alguna vez te pasó que alguien te preguntó “¿y vos a qué te dedicás?” y te quedaste en blanco, sin saber cómo explicarlo? A mí sí. Y muchas veces. A veces parece más difícil contar lo que hacemos que hacerlo.

Durante mucho tiempo pensé que “marketing” era cosa de grandes empresas, de agencias con creativos publicitarios, jingles pegadizos y comerciales de televisión. Pero con los años entendí que, en realidad, el marketing también es el cartel que pone el almacenero en la vereda, la foto que sube tu vecina mostrando las tortas que prepara, o la recomendación que hace un cliente cuando le preguntan dónde arregló la moto.

Eso también es marketing. Y todos lo hacemos, incluso sin darnos cuenta.


Marketing no es complicado

El marketing no es otra cosa que contar lo que hacés de manera clara y atractiva. Es mostrarle a la gente en qué podés ayudarlos. No se trata de manipular, ni de gastar fortunas en publicidad. Se trata de comunicar.

Y lo mejor: no hace falta ser experto para hacerlo bien.


Ejemplos simples de marketing cotidiano

  • El peluquero que deja un cartel con el horario de atención.

  • La ferretería que te aconseja qué comprar en lugar de venderte cualquier cosa.

  • El vecino que publica en Facebook que vende empanadas o comida árabe para el fin de semana.

Todo eso es marketing. Y funciona porque es claro, directo y llega a la gente que realmente lo necesita.


Tips básicos para empezar

  1. Sé claro: explicá en una frase lo que hacés. Ejemplo: “Hago pastelería casera por encargo” suena mucho mejor que “vendo cosas dulces”.

  2. Mostrá tu trabajo: una foto, un antes y después, o un video corto dicen más que mil palabras.

  3. Respondé dudas comunes: si siempre te preguntan lo mismo, convertí esas respuestas en parte de tu mensaje.

  4. Usá lo que tengas a mano: redes sociales, un cartel en la puerta, o simplemente el boca en boca. No subestimes la recomendación de un cliente satisfecho.


En resumen

Hacer marketing no es inventar un personaje, ni gastar en grandes campañas. Es mostrar con naturalidad lo que hacés y cómo ayudás a otros. Si aprendés a contarlo bien, ya estás haciendo más marketing que muchos que se complican con términos raros.

¿Y vos? ¿Cómo contás lo que hacés hoy? ¿Qué te funciona mejor: las redes, el boca en boca o el cartel en la puerta? Te leo en los comentarios.



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